Pensamiento del mes...

"El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice" (Aristóteles)

"No he encontrado nunca nada en mi vida tan potente como la Comunicación, es mágica, cuando dos personas se encuentran emocionalmente hay de verdad un cambio químico en el cuerpo" (Dr. Mario Alonso Puig)

"Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada" (Tao)

miércoles, 20 de junio de 2012

EL VERDADERO DESARROLLO



Ninguna práctica organizacional, sistema social o económico alguno se sostiene por sus propias bases: se erigen inevitablemente, sobre una “plataforma metafísica”, es decir un punto de vista básico que se tiene sobre la vida, su significado y su propósito. Los sistemas de interacción y relacionamiento social y cultural no son sino las encarnaciones de las más primordiales actitudes, cualidades y aspiraciones del ser humano (sean estas virtuosas o no). Por décadas nos hemos adoctrinado en el empleo ingenioso de la tendencia humana a la codicia, el individualismo y el egoísmo como fuerzas motivadoras de nuestras acciones. No hay razón para separar el desarrollo humano de la eficacia en el ámbito de nuestro quehacer económico y menos laboral. No hay ninguna razón… No hay necesidad de negar que el consumo, la riqueza, la educación, la investigación y muchas otras cosas son necesarias en cualquier sociedad, pero lo que si es imperiosamente ineludible hoy, es una revisión de los fines a los que se supone sirven estos medios.
Hoy tal vez como nunca antes, tenemos la posibilidad de desarrollar un enfoque sistémico-holístico, mundocéntrico que reinterprete, interrelacione y resignifique los conflictos de la actualidad en el ámbito de la política, las relaciones internacionales, la economía, la ética contemporánea, la ecología y hasta la psicología social. Hoy, tal vez como nunca antes, gracias a las hipermediaciones, tenemos la posibilidad de desplegar el renacimiento potenciado de las relaciones humanas, de recrear un nuevo modelo de interacción centrado en la felicidad, no ya como un inventario de experiencias individualizantes sino como un devenir de conversaciones que exaltan lo humano que pervive en esa complejidad que es la práctica de la verdadera comunidad.
El verdadero desarrollo de los pueblos no se debe apreciar como la mera capacidad de producción material de bienes de consumo, como un proceso mecanizado consistente en nacer, escolarizarse, trabajar y esperar la muerte. El verdadero desarrollo atañe a los seres humanos y debería compelirlos a auto-realizarse integralmente al enriquecerse con valores espirituales, intelectuales, sociales, vitales, afectivos, estéticos y éticos. Se trata de riqueza, por supuesto, pero no (sólo) de carácter material sino también, trascendental. Si pensamos así, y hoy queda muy claro, el subdesarrollo yace desparramado en todo el mundo, incluyendo a los países calificados como desarrollados. Nunca como hoy tantas contradicciones vinculadas al desarrollo se han puesto al descubierto.
Dinámicas de interacción colaborativa, como las que se producen en la red, modos de intercambio y cooperación y sistemas económicos alternativos libran batallas en una guerra que no pueden ganar, a menos que encuentren algún fruto surgido de una renovada visión, más humana y espiritual y sean, efectivamente, aceptados, promovidos y, por qué no, adoptados, por una masa crítica de actores de nuestras elites políticas y económicas. Claramente, somos cada vez más quienes nos vamos dando cuenta de que hay una tendencia de cambio. Está en todos nosotros, quienes estamos convencidos de ello, en pulsar presionando por la necesaria transformación cultural. Nosotros, tal vez sin darnos cuenta, también, apalancamos el florecimiento de esa masa crítica. Tenemos muchísimos medios a disposición para hacerlo y contribuir a resetear la realidad con miras a actualizar el sistema operativo de nuestra sociedad. El desafío está en sostener nuestro convencimiento y ponerlo de manifiesto en cuanto ámbito sea posible…
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lunes, 4 de junio de 2012

OTRO MODELO ECONÓMICO ES POSIBLE

Tan solo hace falta voluntad política. Los expertos ya han dado con la clave para cambiar el modelo económico actual basado en el afán de lucro y la competitividad, por otro que se sustenta en el bien común y la cooperación, como medios auténticos para alcanzar el éxito empresarial, sostenible y equitativo.

La clave está en la Economía del Bien Común (EBC), de la que hablamos en un post anterior, y que lidera por medio mundo el economista austriaco Christian Felber. Hoy día ya son 600 las empresas de 14 países que han incorporado voluntariamente el balance del bien común en su actividad empresarial, en tan solo un año y medio de divulgación.

Según los últimos estudios, un 88% de alemanes y un 90% de austriacos, suspiran por un nuevo modelo económico. Imagino que en España, que estamos peor, nos encontraremos con cifras parecidas. Esto significa que 9 de cada 10 personas desean conscientemente un nuevo orden económico.

La EBC propone cambiar las reglas que rigen hoy el sistema económico, como son la búsqueda del mayor beneficio financiero posible (afán de lucro) y la competencia como forma de relación entre los actores económicos, las cuales como consecuencia nos llevan a un sistema egoísta, pleno de avidez, envidia, desconsideración, irresponsabilidad y desconfianza.

Las nuevas reglas serían la búsqueda del bien común y la cooperación, cuyas consecuencias serían la honestidad, el aprecio, la confianza, la responsabilidad, la solidaridad... Es decir, se trataría de fomentar las virtudes humanas y no los vicios.

Para ello hay que replantear cuál es el fin de la economía y qué es el éxito económico. 

Hoy día el fin de la economía es obtener el mayor beneficio posible, el dinero es el objetivo primordial de la empresa y los estados. Es absurdo que un medio, como es el dinero, se haya situado en el primer valor de la empresa, cuando la meta originaria de la economía es satisfacer las necesidades y procurar la mayor calidad de vida posible para el bienestar de las personas. De ahí que el fin auténtico de la economía sea el bien común, que hay que devolver al primer lugar de los objetivos de una empresa o institución.

Por otra parte hemos de re-formular el indicador de éxito (el beneficio), puesto que no es capaz de medir lo que realmente vale una empresa. En un momento dado se pueden obtener muchos beneficios económicos, pero nadie habla de otros valores aún más importantes que dan auténtico valor, como si esa empresa crea o destruye puestos de trabajo; si mejora o empeora las condiciones laborales; si trata y paga igual a hombres y mujeres; si cuida o no el medio ambiente; si pone en el mercado un producto alimentario industrial que puede afectar a la salud o un producto natural y ecológico, etc.

Está claro que guiarse únicamente por el PIB o el Beneficio es un error metodológico que no nos dice nada de los factores de calidad de vida, las necesidades básicas y los valores fundamentales que hacen a las personas vivir como auténticos seres humanos.

No se trata de no mirar el beneficio, se trata de que no sea lo único y lo primero a mirar. La competencia hoy día va en contra de la eficiencia y la innovación, junto con las prisas para resolver nuestros problemas con los puntos de vista de siempre. Hay que volver a la Ley Natural Armónica:

" En la naturaleza, el crecimiento es tan solo un medio para aspirar al tamaño óptimo "  (Leopold Kohr)

Os invito a ver la entrevista a Christian Felber y darnos cuenta de cómo se van a llevar las empresas en un futuro cercano.




La entrevista es de TV3 (autonómica catalana), pero a parte de la presentación en catalán, toda la charla se desarrolla en castellano desde el minuto 2'09. 






viernes, 1 de junio de 2012

PIENSA POSITIVAMENTE !!

A la luz de los últimos descubrimientos científicos, y en este caso concreto de la neurociencia, se nos están desvelando las claves para un mejor aprovechamiento de nuestras facultades.

Esto quiere decir que si aprovechamos mejor nuestras capacidades, seremos mejores en todos los ámbitos de la vida, personal, laboral, social...

Todos sabemos que pensar en positivo nos ayuda en nuestras vidas, pero ahora tenemos la certeza científica de ello.

Quizás estemos a punto de descubrir un mundo que pueda cambiar nuestras vidas para mejor, quizás empecemos a darnos cuenta que no vale la pena pensar en negativo, quizás no nos convenga ni estar cerca de los que así piensan, ni de los que se pasan el día criticando, juzgando o enjuiciando.

¿Porqué no empezar a abrir nuestra mente a la auténtica realidad tal y como se nos describe en este vídeo? Tan solo 5 minutos pero muy reveladores...